- Nadie es capaz de estar a tu altura.
- Es curioso, yo nunca estuve a suficiente altura para tí.
- No me puedo perdonar todo lo que te hice.
- Lógico, yo tampoco te puedo perdonar.
- Déjame ayudarte, déjame hacerte feliz.
- Ese es el problema, creo que ya no puedes.