Recuerdo cómo me enamoré de ti.
Recuerdo como lo conseguiste, como te costó.
Recuerdo como esperaste, como hiciste lo imposible
- porque todo valía la pena con tal de conquistarte-
Recuerdo las noches después de un fin de semana sin vernos.
Recuerdo como se pasaban las horas sin dormir
Recuerdo tu voz repitiendo incansablemente que me querías.
Recuerdo tus ojos brillantes irradiando amor.
Recuerdo tus ojos convirtiendo el amor en odio, en reproche.
Recuerdo la ira en tus ojos, el miedo en los míos.
Recuerdo el creerme menos que nadie.
Te recuerdo diciéndome que era menos que nadie.
Recuerdo tu mirada de desprecio.
Recuerdo tus desprecios delante de la gente.
Recuerdo tu odio hacia toda la gente que me importaba.
Recuerdo mis gritos, mis llantos.
Te recuerdo diciéndome que estaba loca.
Me recuerdo lanzando cosas. Me recuerdo loca.
Te recuerdo riéndote de mis llantos.
Me recuerdo perdida.
Ahora he descubierto que amor no significa sufrimiento
ni sumisión, ni siquiera una pasión desmedida.
Significa que algo completa tu felicidad, simplemente la potencia.
Y nunca me había sentido mejor conmigo misma.