viernes, 4 de febrero de 2011

olores

Es curioso como con el paso del tiempo las caras comienzan a desdibujarse en tu memoria y, sin embargo, recuerdas con total claridad ciertas cosas a las que nunca diste demasiada importancia.

Su olor, ese olor tan peculiar que nunca fuiste capaz de vincular a nada y que, si cierras los ojos con fuerza, vuelves a percibir con total nitidez olfativa.

O su tacto, esas manos grandes, ásperas, poco dadas a la hidratación que tanto tiempo pasaron acariciando las tuyas.

O una camiseta vieja, desgastada por el uso, que siempre resultó totalmente indiferente a tus gustos.


Todo vuelve a veces a la memoría haciéndote recordar tiempos muy lejanos en el tiempo. Tiempos adolescentes, tiempos complicados, pero tiempos muy felices.









Mi pasado tiene olores y caricias que siempre consiguen hacerme sonreir.

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