No me gusta complicarme la vida
pero Sevilla la simplifica todavía más.
Cuando la atmósfera respira tranquilidad, solo una demostración como la de hoy podía mejorar las cosas.
Lo más caótico de mi vida parece que por fin ha logrado tomar su cauce, y creo que te lo debo a ti, Sevilla.
[La princesa ya no persigue por el cielo de oriente, la libélula vaga de una vaga ilusión.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario